¿Crees que no tienes control sobre tu deseo sexual?, ¿o qué deberías desear sexo espontáneamente?
Hoy en día tenemos tanta desinformación por ahí que conduce a expectativas poco realistas y decepción en la sexualidad.
En este artículo podrás conocer los seis principales mitos sobre el impulso sexual que están arruinando la vida sexual de muchas parejas.
1. Deberías querer sexo espontáneamente
Es posible que te hayas dado cuenta de que te has estado etiquetando a ti mismo o a tu pareja como "bajo deseo" simplemente porque no hay claridad en entender la diferencia entre el deseo sexual espontáneo y receptivo, y lo que necesita cada tipo.
Diferencia: los tipos de libido espontáneos, sienten deseo mental por el sexo y luego buscan estimulación física. Los tipos de libido sensibles, necesitan ser estimulados físicamente primero, luego sentirán el deseo mental. En otras palabras:
Espontáneo: Te sientes excitado, haces ejercicio Receptivo: haces ejercicio, te sientes excitado
La verdad: si eres del tipo de deseo sexual receptivo, rara vez, si es que alguna vez, te interesará espontáneamente el sexo. Simplemente, no es la forma en que funciona tu cuerpo.
¡Y eso está perfectamente bien!, pues existen diferentes maneras de tener una vida sexual caliente y activa con un tipo de impulso sexual receptivo.
2. Si tu pareja no quiere sexo, es porque no le atraes
Si tu pareja no quiere tener relaciones sexuales, ya sea en un momento determinado o si, por lo general, tiene un deseo sexual más bajo que el tuyo, es fácil tomárselo como algo personal.
Empiezas a preocuparte de que a tu pareja le disgusten esos 10 kilos de más que llevas en tu cuerpo, o de que empiece a verte como su roomie, no como su pareja sexual.
La verdad: hay demasiadas razones diferentes por las que las personas no se sienten tan interesadas en el sexo. Solo una de esas razones es no sentirse atraído por su pareja.
Durante mi carrera de Coaching con parejas he notado impulsos sexuales disparejos, nunca he trabajado con una pareja donde la atracción fuera el problema. Simplemente, no es el tema central que la mayoría de nosotros tememos.
3. Si tu pareja quiere sexo, es solo porque está cachonda
Es gracioso; nos lo tomamos como algo personal cuando nuestras parejas no quieren sexo, pero cuando sí quieren sexo, ¡tendemos a despersonalizarlo!, ya que puedes pensar que tu pareja solo quiere sexo para tener un orgasmo y que únicamente eres un recipiente para que se desahoguen.
La verdad: claro, es agradable sentir placer físico y tener un orgasmo, pero esa es nada más una de las muchas razones por las que tenemos relaciones sexuales.
La verdad es que el sexo es una experiencia emocional para la mayoría de nosotros. Tener relaciones sexuales es una forma de expresar físicamente nuestro amor, afecto y atracción para sentir placer de alguna manera.
Si tú y tu pareja han estado luchando con impulsos sexuales que no coinciden durante un tiempo, prácticamente puedo garantizarles que la pareja con mayor impulso sexual extraña mucho más sentirse conectado, juguetón e íntimo que tener orgasmos.
4. Los hombres siempre quieren más
Este mito es tan tonto, pero tan omnipresente. Simplemente no desaparecerá.
Si estás en una relación heterosexual donde la mujer quiere más sexo, este mito puede causar muchos problemas. El hombre se siente castrado, la mujer se siente poco femenina, ambos se sienten “anormales” y ninguno de los dos quiere iniciar el sexo.
La verdad: todos somos únicos. Hay algunos hombres que quieren sexo con más frecuencia que las mujeres y algunas mujeres que quieren sexo más que los hombres.
5. No puedes cambiar tu impulso sexual
Si eres como la mayoría de las personas, piensas en tu impulso sexual, como piensas en tus rasgos físicos: es una parte de ti y no tienes ningún control sobre él. Al igual que no puedes hacerte crecer más alto o tener pies más pequeños, no puedes cambiar tu impulso sexual.
La verdad: absolutamente tienes control sobre tu impulso sexual. Puede realizar cambios activos para crear el impulso sexual que desees. ¡Y probablemente será mucho más fácil de lo que crees!
6. No deberías esforzarte en tu vida sexual
Si hay un mito que creo que es el más generalizado y el más peligroso que todos los demás, es este.
De una forma u otra, casi todo el mundo cree que el buen sexo debería ocurrir "naturalmente". Tener que hacer algún tipo de esfuerzo se considera una señal de que algo está "roto" o "no encaja bien".
La verdad: el buen sexo no sucede de forma natural. Requiere un esfuerzo constante.
Pero esta es la gran noticia: trabajar para mejorar tu vida sexual no tiene que sentirse como una tarea. ¡Puede ser increíblemente divertido, gratificante y estimulante!
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